Hace meses cuando nombraron Secretario de Agricultura a Enrique Martínez y Martínez, sus simpatizantes creyeron que haría algo por equilibrar la política coahuilense que él mismo desequilibró cuando convirtió a Humberto Moreira en su sucesor. Los ilusos creían que Enrique ayudaría a terminar con el desmadre financiero, político y social que dejó su delfín, el que fue Secretario de Educación Pública, Alcalde de Saltillo y gobernador electo durante el sexenio enriquista. Sin embargo, hubo desilusión cuando EMM nombró a sus “amigos” Mario Eulalio Gutiérrez y Abraham Cepeda como Delegado de Sagarpa y director de Conaza respectivamente. Pero la gota que derramó la frustación total llegó cuando Enrique Martínez le dio la dirección de Firco a Ignacio Diego Muñoz. Fue entonces que los ingenuos enriquista se dieron cuenta de la realidad: Enrique había optado por sus “amigos” buenos para los negocios, no por el equilibrio y la reivindicación...

Dicen los enriquistas que José María Fraustro Siller es precandidato para cualquier puesto, porque lo están preparando para la gubernatura. ¿Tan jodido está Coahuila? Lo cierto es que Chema es otro de los precandidatos que aspiran, 48 meses antes, a suceder a Rubén Moreira. Entre ellos están: Hilda, Jericó, “El Diablito”(si gana Saltillo), Riquelme (si gana Torreón) y los que se acumulen los próximos meses...

Hasta el medianito de Chema Fraustro salió a desmentir
a Humberto Moreira con respecto a su “beca”, lo mismo hicieron los burócratas del SNTE.
Pero cuando HMV estuvo en Saltillo ninguno de ellos se atrevió siquiera a mencionarlo.
Seguramente estos “valientes” estaban en el clóset...

Se dice que Rubén Moreira revivió a todos los caciques coahuilenses y los metió a su administración para
tenerlos de su lado. Por desgracia, la fama pública que tienen todos ellos perjudica al gobierno de Coahuila
en vez de beneficiarlo, lo cual es mucho decir.